Un grupo de personas donan una hora a la semana para orar por las necesidades de la Iglesia, de nuestro país y de la parroquia y además ayudan a cuidar este lugar. Cada vez que alguien entra en este pequeño oratorio encuentra a un hermano que como la lámpara del sagrario se encuentra con la luz de la oración indicando que Jesús está presente en la vida de todos los seres humanos..
ADORADORES DEL SANTISIMO
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